En Internet podemos encontrar muchísimas páginas con recursos para elaborar presentaciones efectivas. Todos insisten en tipo de letra, tamaño, colores, cantidad de palabras, velocidad… pero en pocos casos se nos explica por qué hacerlo.
Por ejemplo: sabemos que las presentaciones dinámicas, con mucho movimiento, sonido, y alto impacto visual son sumamente útiles para captar la atención y evitar que el público se disperse con facilidad. Sin embargo, un estudio reciente establece relaciones entre el dinamismo de la presentación y el procesamiento cognitivo que permite.
Según un trabajo realizado por investigadores de la Universitat Autónoma de Barcelona (2018), los cambios de escena disminuyen la velocidad de parpadeo de un espectador, lo que produce un aumento en la atención. Los resultados del estudio demuestran que una edición audiovisual dinámica y caótica provoca más actividad en las áreas de procesamiento visual, mientras que la edición continua y ordenada produce más actividad de procesamiento cognitivo.

Los cambios de escena inhiben la velocidad de parpadeo de un espectador, aumentando así su atención. También produce un flujo de actividades cerebrales desde el lóbulo occipital hacia el lóbulo frontal. Estas son las conclusiones a las que llegaron investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona y la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla. El estudio, publicado recientemente en la revista Neuroscience , trata sobre lo que sucede después de que la escena cambia desde un enfoque triple: la frecuencia en el parpadeo, la actividad eléctrica en el cerebro y la conectividad funcional asociada con el cerebro.

La investigación también concluyó que el estilo de edición influye en la percepción del espectador. Los cambios de escena presentados en un estilo dinámico y caótico, como los videoclips, producen más actividad en las áreas de procesamiento visual en comparación con los cambios de escena más continuos y ordenados. Asimismo, la actividad en áreas frontales a cargo de procesos más complejos es superior cuando el estilo de edición es más continuo y ordenado.
Después de analizar la sincronización cerebral asociada con los cambios de escena, los investigadores concluyeron que las redes cerebrales activas tienen más intención después de un cambio de escena que antes. Desde el punto de vista de la sincronización, no hay diferencia asociada con el estilo de edición.
En otras palabras, puede muy bien suceder que nuestra dinámica presentación capte la atención, pero perjudique el procesamiento consciente de la información. Tendríamos un público muy atento que, sin embargo, quizás no esté comprendiendo el mensaje, o lo disfrute pero lo olvide fácilmente. Una presentación más continua y ordenada, puede no ser tan atractiva visualmente, e incluso puede perjudicar la capacidad del público para sostener la atención, pero el procesamiento cognitivo será mucho más elaborado y consciente.
Como en muchas otras cosas, el desafío es lograr el punto medio: ni videoclip sobrecargado, ni diapositivas extensas, lentas y homogéneas.
Pueden leer el resumen de la investigación mencionada aquí, aunque en inglés:
Celia Andreu-Sánchez, Miguel Ángel Martín-Pascual, Agnès Gruart, José María Delgado-García. Los audiovisuales rápidos y caóticos aumentan el alcance atencional pero disminuyen el procesamiento consciente . Neurociencia , 2018; 394: 83 DOI: 10.1016 / j.neuroscience.2018.10.025
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